miércoles, 5 de marzo de 2014

Rendición sin condiciones.

Te busqué tanto...sin tregua y sin descanso por laberintos de hielo y cristal
que me perdí a mi mismo por el camino, y no siempre se hace camino al andar,
a veces solo sigues rastros, te imaginé sin defectos, sin miedos, ni fantasmas del pasado
que pudieran oscurecernos.

Te encontré sin quererlo, en un abismo de cartón cualquiera, a las por fin menos cuarto y
me hice una promesa que escribí con sangre en el espejo,
jamás te perdería por errores antiguos que resurgen en mí, ni por miedo, ni por descuidos de inmadurez mal contenida.

Y ahora que Octubre enterró las armas y declaró la tregua a Noviembre y Diciembre más por pereza que por afán de paz, ahora que tus dientes son tan certeros que me enjaulan los labios
y desarman mis miedos,
ahora he descubierto que jamás te busqué, que jamás pude imaginar algo tan bueno para mi.

Ahora que asumo mi derrota, que me has ganado sin poquitos a pocos que valgan,
de golpe, si piedad ni mesura, como arrasan los huracanes las ciudades tristes,
ahora, solo ahora puedo ser yo.

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