lunes, 20 de octubre de 2014

Necesito que te dejes de historias, de cuentos y de conciertos.
Necesito que vengas a cuidar de mi verbo amar, que está en los huesos,
cansado y desgastado de foguearse a distancia.

Ha sido un invierno duro. Que esta durando ya demasiado.

Quizá si estuvieras aquí conmigo sería mas soportable el dolor
de no saber quien soy, de no conseguir arrancarle más franqueza
al espejo que la de un ojo morado, y un par de arañazos emocionales.

La casa está en silencio. Un silencio atronador, un vacío existencial y
un océano entre nuestros dedos.

Nadie parece saber bien cual es su sitio en esta casa,
mientras yo escribo, ellos dan vueltas a mi alrededor y
me susurran, pero no consigo entenderles.

La lluvia y el asfalto mantienen una guerra. Fria.
El oscuro pavimento a penas puede defenderse de las acometidas
de esta tormenta de Octubre.

Creo oír la puerta a cada rato y me sobresalto. Es decepcionante comprobar
que es solo mi imaginación, esa fugaz y caprichosa traidora.

Si estuvieras aquí.

Tu me dirías quien soy, y yo te creería.
Cenaríamos viendo la tele, en absoluto silencio, pero violando la distancia.
Volveríamos a ser nosotros, y dejaría de ser yo.

Ha dejado de llover. El cielo está de luto.

Si estuvieras aquí...

lunes, 7 de julio de 2014

78

Con un doble mortal pero sin redobles y con escasa acogida
hace su entrada en escena el mes de Septiembre ocupándose del cálido Agosto,
y no nos queda otra que entonar una oda en memoria de ese "Ave fenix" al
que lo simples mortales llaman verano, y que tal como muere, resurge de sus
propias cenizas de sol y largas tardes, de noches de terraza y de olor a arena.

Podemos recordar como ascendíamos por aquella garganta de asfalto plateado
que palpitaba ardiendo bajo nuestros pies de camino a casa,
o como amanecíamos bajo un sol imperial que llevaba horas calentando el mar y sus olas.

Se acabaron las noche de Rock&roll y mojitos sentados sobre el empedrado
callejón, llegó el final de las faldas cortas, de los vestidos imposibles y de los giros
de cuello disimulando para admirar sin ser visto.

Ya no queda tiempo para las siestas sin prisa, para hacer el amor y sudar más de la cuenta,
para empaparnos de cerveza fresquita, y saltar de concierto en concierto en pos de la afonía,
ya no hay lugar para las gafas de colores y los bikinis lloran por el fin de otra temporada.

El moreno estival se va desvaneciendo dando paso al mortecino color que nos acompaña
durante el resto del año, recordaremos los amores de verano, los polvos gritando el nombre de
desconocidos por casualidad.

He aprendido a amar el verano y a echarlo de menos cuando se te escapa entre los dedos,
pero no, aún queda tiempo pues no ha hecho más que empezar,
disfrutemos pues es rápido y casi siempre certero.

jueves, 17 de abril de 2014

La muerte y sus putas.




Recuerdo aquella noche en que la pena,
 la soledad y yo nos citamos
en ese burdel con las luces de neón,
ellas siempre puntuales comenzaron
 a urdir planes en mi contra, mientras se hacían intimas amigas, 
pues nada une mas que un enemigo en común,
yo informal confeso decidí no acudir para rendirme sin condiciones 
a tus labios y a tu pecho incandescente.

Fue la noche en que burlé a la muerte sin quererlo
y la parca se fue de putas para llevarse algo caliente a la boca,
tuve la suerte de encontrar cobijo entre tus brazos y calor
en tu almohada.

Bendigo ahora tu habilidad para seducirme con solo mirarme
o mi extrema debilidad a tus besos, 
siempre has sido la cárcel de la que no trato de escapar,
¿para que? si es imposible
¿para que? si no me pesa
siempre fuiste el mar en el que bañarme desnudo de noche,
o en el que ahogarme borracho,
mi hogar dulce hogar.

Recuerdo ahora tu cara pálida, y tus ojos grandes,
tu voz fina y tu lado oscuro...
ay tu lado oscuro y mi perdición,
mi derroche y tus gemidos,
tu entrega y mi asedio.

Te necesito tanto,
tanto que asusta.


lunes, 31 de marzo de 2014

creciendo.

Prefiero que la risa endulce tus labios y
embriague mis oídos ávidos de ella y de ti...

Prefiero mirar el cielo boca arriba
descansando mi espalda y mis cimientos
sobre tu manta de cuadros,
que la ciencia fricción sea nuestra única arma
para combatir el puto invierno,
que me llenes los pulmones de tu aliento
exhalado al oído tan de cerca que no se pierda
ni un gramo de su calor.

Prefiero depender de tu lengua y tu lenguaje
de engaño fácil, que de tu falda y su escasez,
prefiero desprenderme de mi discurso de grandeza
y que desayunes de mi piel los buenos días.

Prefiero que tus verdades desordenen la casa
a que me escondas secretos en tu caja de pandora.

Prefiero tenerte desnuda el tiempo suficiente para memorizar
tus caminos, y perderme por ellos a mi antojo más tarde
o imaginarte tumbada a oscuras pidiendo en silencio
un poco más de misterio.

Prefiero que me destroces o destrozarnos sin pausa
para repararnos con saliva y sin prisa los golpes y arañazos.

Prefiero que pasen los años
y acabar mis frases empezando las tuyas,
prefiero que sangren mis manos a que
lloren tus ojos.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Rendición sin condiciones.

Te busqué tanto...sin tregua y sin descanso por laberintos de hielo y cristal
que me perdí a mi mismo por el camino, y no siempre se hace camino al andar,
a veces solo sigues rastros, te imaginé sin defectos, sin miedos, ni fantasmas del pasado
que pudieran oscurecernos.

Te encontré sin quererlo, en un abismo de cartón cualquiera, a las por fin menos cuarto y
me hice una promesa que escribí con sangre en el espejo,
jamás te perdería por errores antiguos que resurgen en mí, ni por miedo, ni por descuidos de inmadurez mal contenida.

Y ahora que Octubre enterró las armas y declaró la tregua a Noviembre y Diciembre más por pereza que por afán de paz, ahora que tus dientes son tan certeros que me enjaulan los labios
y desarman mis miedos,
ahora he descubierto que jamás te busqué, que jamás pude imaginar algo tan bueno para mi.

Ahora que asumo mi derrota, que me has ganado sin poquitos a pocos que valgan,
de golpe, si piedad ni mesura, como arrasan los huracanes las ciudades tristes,
ahora, solo ahora puedo ser yo.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Novela sin titulo.

Ella fue directa a la luz,
no vio más,
las uñas partidas,
lagrimas diluidas en sangre,
la cara marcada.

El mundo se cae ahí fuera,
y a ella poco le importa,
se abraza a si misma en el sofá,
se bebe su llanto,
se ahoga en su propio vaso.

Ella es frágil,
solo es una niña,
con miedo a las llaves,
se duerme encerrada en el baño,
apretando fuerte los ojos
esperando no estar allí al abrirlos,
golpes en la puerta,
los  plomos bajados,
trata de llevar consigo lo que es suyo
por naturaleza.

Esto marca,
y nos marcó.

jueves, 28 de noviembre de 2013

vapor de agua.

Tu desnuda y yo de espaldas, mientras el agua caliente purga todos nuestros pecados,
ahora que nuestras diferencias están solo a flor de piel,
despacio,
sin hablar,
juego a descifrar el mapa sembrado en tu espalda de lunas y lunares.

El vapor empaña los espejos, revela mensajes cifrados y limpia nuestras miradas,
la tuya me busca y la mía te encuentra,
es solo cuestión de tiempo que se pierdan la una a la otra para encontrarse de nuevo desnudas y vulnerables,
el volumen de mis palabras es inaudible,

no existen palabras

no existen gestos

ni besos

ni versos suficientes

solo el deseo de una vida contigo.