capitulo VI

Caminamos entre cuerpos inertes cogidos de la mano, con los ojos apagados y rompiendo el humo al pasar,
aceptando el olor a sangre y putrefacción como un elemento clave de nuestra historia,
cruzamos la frontera como habíamos prometido con la vista puesta mas puesta en el pasado que en el futuro,
hablando de intensidades y sensaciones.
Las palabras estaban claras en mi mente pero se deformaron por el camino hasta convertirse en una media
sonrisa mas cerca de la amargura que del azul de su labios, incapaz de decirle lo mucho que la echo de menos, la justicia no es tal para todos, y el tiempo no ha sido justo con ninguno de los dos, quiso correr demasiado y no fuimos capaces de aguantar el ritmo
Muerto y vivo a partes iguales con dependencia del momento, y de tu ubicación en mi mapa,
arraigado al recuerdo y desterrado del presente.
Miedo, rabia y asco, incapaces de entender por que es tan difícil, porqué querer no siempre es poder,
y el poder que cuenta no es solo el del corazón, ¿por que?, si los nuestros laten sincronizados.

Tempus fugit.

3:45am
Intermedio de otra noche sin dormir.
Si quieres mañana puedes ayudarme a pasar la escoba, a arreglar todo este desastre y
a arrojar mi dolor al fuego, que yo me agarrare a tus clavos ardiendo, y desesperare
aguardando a que abandones una sonrisa, perderé la paciencia y la encontrare de nuevo
escondida debajo de mi ropa sucia.
Volveré a empezar y terminaré clavándome en tus vértices, bordaré tus muñecas con hilos
de mi ansiedad, te daré los buenos días con prisa de besos, prometo acabar con tus frases
y entregarte las mías para que las reconstruyas con cristales de colores y coral robado del mar
atemporal que baña nuestros tobillos.
Ayúdame a leer a susurros el libro de cuentos del que somos luz y noche, y yo te
invito a comernos un pedazo del silencio que envuelve el tiempo que no pasa ni por tu piel
ni por la mía, bebamos unos tragos de contradicción, que quizá solo así seamos capaces de afrontar
que todo este tiempo hemos estado perdiéndonos cosas el uno del otro y que ese tiempo que
fue el mejor, no lo vamos a poder recuperar.

Fe, oxido y polvo.

Un haz de luz que a medias me destruyo la constancia que inundaba mi inconsciencia, verde y frío retumbó contra el cristal haciéndolo estallar en pedazos que contienen la verdad sobre la debilidad.
Frenetismo de papel impulsado por la fe de un genio que carece del valor para enfrentarse a lo oscuro de tu mirada, y sin embargo no teme al dolor, ni la muerte, no conoce la verdad y esquiva prejuicios en busca de un instante de placer, hedonismo como salida de emergencia de una realidad raída y oxidada que le ahoga y encharca los pulmones de hielo y momentos de mediocridad.
Ganas de saltar al vacío y visitar mis bajos fondos para reconsiderar la estancia en este lugar cubierto de polvo de ángel, y ahorrar el valor para admitir que todo se esta pudriendo, para reciclar todos mis principios y resurgir de mis desaciertos.

Analogía errante.

Pura droga entre las sabanas, acentos en la almohada, extasis liquido  destilado entre horas muertas,
síndrome de abstinencia en las ausencias, un hormigueo anestésico en los dedos cuando los centímetros
escasean, gamas de invierno, de calarme y que rescates mi calor a base de desnudez, gritos ahogados
camino de tu oído, odio ganado a golpe de engaño.
Me es mas fácil describirte que escribirte...