jueves, 28 de junio de 2012

Tempus fugit.

3:45am
Intermedio de otra noche sin dormir.
Si quieres mañana puedes ayudarme a pasar la escoba, a arreglar todo este desastre y
a arrojar mi dolor al fuego, que yo me agarrare a tus clavos ardiendo, y desesperare
aguardando a que abandones una sonrisa, perderé la paciencia y la encontrare de nuevo
escondida debajo de mi ropa sucia.
Volveré a empezar y terminaré clavándome en tus vértices, bordaré tus muñecas con hilos
de mi ansiedad, te daré los buenos días con prisa de besos, prometo acabar con tus frases
y entregarte las mías para que las reconstruyas con cristales de colores y coral robado del mar
atemporal que baña nuestros tobillos.
Ayúdame a leer a susurros el libro de cuentos del que somos luz y noche, y yo te
invito a comernos un pedazo del silencio que envuelve el tiempo que no pasa ni por tu piel
ni por la mía, bebamos unos tragos de contradicción, que quizá solo así seamos capaces de afrontar
que todo este tiempo hemos estado perdiéndonos cosas el uno del otro y que ese tiempo que
fue el mejor, no lo vamos a poder recuperar.

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