jueves, 28 de noviembre de 2013

Domingo de abstinencia.

El dolor de huesos se torna más agudo cualquier Domingo si no estas conmigo,
el café me sabe más amargo, el latir del reloj me ensordece.

El silencio no tiene valor para mi, solo quiero susurrarte orgasmos al oído,
arrancarte la ropa, desearte la piel, auxiliarte en tu hiel.

Me bebo las palabras calientes, se enfría el café, me duermo sin ti,
mi cuerpo es dependiente, cada milímetro de mi pide a gritos una pequeña dosis
de una droga que me haga perder la noción del tiempo y el espacio,
que me entumezca los dedos, que me dilate las pupilas y acelere el corazón,
mi droga son las palabras, mi droga eres tu.

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