Esta noche somos libres y valientes para desafiar a la gravedad, al tiempo y al frío invernal sin
importarnos lo mas mínimo las consecuencias, pasa todo tan deprisa que nos falta tiempo para
asimilar el cambio.
Esta noche somos fugaces, vamos a ponernos hasta las cejas de guitarras acústicas, de riffs,
de risas, golpes y carreras escaleras abajo procurando no pisar uno de cada dos escalones.
Esta noche somos los mismos que nunca fuimos, nos bebemos a chupitos la luz y la sombra,
gritamos contagiados cualquier himno que nos envuelva con el bajo de los pantalones
mojado de pisar charcos.
Esta noche llegamos tarde a no se donde, nos arremangamos las camisas por encima del codo,
y nos ponemos manos a la obra, sin preguntas ni respuestas, sin conciencia ni perdón,
nos arden las suelas y nos pesan los bolsillos que llenos de escasez y vacíos de prejuicios abultan quizá
menos de lo deseado.
Esta noche no me esperes levantada pues quizá no llegue jamas, mas despeinados que peinados entramos
y salimos de garitos sin hacer ni cola ni ruido.
Esta noche arreglamos el mundo sentados en el banco de la biblioteca, mientras observamos con cara de locos las retiradas y los pies descalzos, resumimos la vida en un par de frases, reconforta saber que aún nos siguen quedando noches como la descrita con anterioridad.
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