martes, 20 de diciembre de 2011

Confesión.

Preparo mi inconsciencia, borro, tacho y saco a relucir una sonrisa, la abandono frente al espejo, fue como echarla a los leones. Me ha crecido el pelo, me han caído encima como 5 años de golpe, tengo marcada la piel y  los labios secos, es obvio que tengo falta de sueño y exceso de preocupación, se que pienso demasiado.
Apago la luz, podría recitar los versos del techo de memoria, he inventado países y territorios por conquistar,
he recaído, fueron cada vez mas frecuentes mis poco a poco, viajes opiaceos, tuve que girar bruscamente
para no colisionar con mi mas amarga verdad.
Juro que no quise hacer excursiones a brazos ajenos.
Mis temores cada vez mas densos, tanto que me atasqué es ellos tanto tiempo que ahora adornan mis muñecas,
me esposan, me lastran.
A veces juego a esconderme detrás de un escudo, y ahora me marcho y tu te alejas, las despedidas nunca fueron nuestro fuerte.

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